Sobre la belleza del equinóccio.
¿Sabes la diferencia entre equilibrio y adaptación? ¿Cómo dialogan en ti dos aspectos? Si no sabes de que te hablo, te recomiendo algo muy fácil: presta atención al espectáculo de danza que te presenta la naturaleza.
Te cuento un cuento corto.
La Justicia y La Templanza estaban admiradas en el espectáculo de la Naturaleza. Se sentaron en la mejor fila de la platea y lo veían todo genial.
Y La Justicia le dice a La Templanza: Hay unos puntos ápices en el show ¿no? como estos equinoccios que ocurren dos veces al año y marcan el cambio de las estaciones. Mira! Abre de par en par las puertas del otoño en el hemisferio Norte y a la vez las abre también las de la primavera en el hemisferio Sur. El centro de la Tierra es atravesado por un rayo, ¿lo ves? Piufff!!
Y complementa La Templanza, acomodando las alas: Sí, me flipa este rayo. Y mira, lo increíble es que estas puertas se quedan abiertas de manera que luz y oscuridad tienen la misma du-ra-ción en todo-el-planeta. El día se queda con 12 horas y la noche con las otras 12. Es super chulo, tía! Dame más palomitas de tu platillo...va.
Y La Justicia, comparando si en el otro platillo sigue la misma cantidad de palomitas, dice: Si, es increíble... En los equinoccios día y noche tienen la misma oportunidad de estar, de aportar lo mejor de si y de dar espacio para que la otra parte pueda expresarse también. Día y noche se equilibran mutuamente y, en el eje del planeta, se inauguran las temporadas de caída de las hojas y del brotar de las flores alternadamente. Venga... dame un sorbo de lo que tienes en la jarrita esta, la azul...
La Templanza con la mirada perdida en el horizonte le pasa la jarra roja a la su amiga mientras reflexiona: Cada una de las partes tienen su tiempo, su espacio. Hay momentos en los que un lado necesitará más luz y la naturaleza se lo concede. Pero lo hace porque SABE que el otro lado podrá disfrutar de lo mismo, pasando por el punto medio, otoño-primavera, para que todo descanse. Mira la floresta color ocre allí por Alemania!!
Ay perdón era la azul, verdad? Toma. - y le pasa la jarra correcta a La Justicia.
Dando un sorbo al agua bendita de la jarra azul de La Templanza, y empuñando mejor la espada que se lleva en la otra mano, concluye La Justicia: Es maravilloso.. Ojalá aprendan rápido a dejar de hacerle daño a la perfección que es la Vida en la Tierra. Si no se porta mejor esta gente, en breve la Naturaleza se cansará de los escenarios y será el fin del espectáculo. Y tendré que cortar un par de cosas para que todo vuelva a ponerse en orden otra vez..
Uff que pereza, amiga - le contesta La Templanza sin quitar los ojos del show.
Adaptarse es ceder sabiendo dónde está el eje para poder regresar. Equilibrar es encontrar el punto dónde se pueda descansar. Si nos moldeamos demasiado y perdemos el eje, probablemente nos haremos daño y si no podemos descansar puede que nos falte tiempo para regenerarnos.
Los arcanos de La Templanza y La Justicia no son más que partes de ti y de mi que dialogan entre si mientras contemplan la belleza finita que es la Naturaleza.
Feliz Equinoccio, bellezas.
Amor y Luz,
Mariana Amaral
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