Barcelona ha amanecido llorosa, soltando tensiones en este lunes de Pascua. El TIP#15 es sobre el arcano del Diablo y aparte de la bella ilustración de @pedroindionegro, he puesto la del tarot de Marsella de Jodorowsky para que veáis algunos detalles de este ser andrógino. En la mano derecha nos lanza un “Stop!” y en la izquierda sujeta una espada por el filo. El arcano tan machacado por la tradición judío-cristiana nos señala la envidia, la falsedad, el hacernos victima cuando somos los responsables. Nos habla de egoísmo y de las burbujas que nacen de las heridas internas. Por otro lado, nos indica que hay que poner límites para no hacernos daño, para proteger nuestro espacio en el mundo. Es el pulso de supervivencia, el cerebro reptiliano. Es la sexualidad y lo que nos enraíza para permitir saltos de conciencia. Es la sombra bajo nuestros pies, siempre presente, siempre-presente. Para mí, mirar la sombra es decidir observar nuestro perfil oscuro proyectado en la pared. El foco de luz está detrás de nosotres y si está en el suelo, la sombra es gigante y desproporcional. Podríamos correr y sacarlo de ahí para atarlo bien alto y así, uffa, pensar que nos escapamos de encarar eso de la puta-sombra. Ya, podríamos hacer eso…
El arcano nos invita a dejar de huir de nosotres mismes. Pero, ¿hasta dónde llegamos para no hacernos daño, para ser justes con nosotres mismes? Esa es la espada sujetada por el filo. La cosa aquí es ajustar el foco a un nivel ho-nes-to lo suficiente para que veamos, de espaldas a la luz, nuestra propia sombra proyectada, para integrarla y soltar. Es fácil decirlo y no quiero ser frívola. Da miedo y nos duele la espalda, los huesos, los riñones. Así que slow down, afluixa. Más que nunca la Vida nos muestra que evitamos demasiado la sombra y que habrá que ir haciendo porque falta luz. Pero poc-a-poc. Tengo la fe de que si nos permitirnos mirarla, poco a poco empezaremos a frotar las manos, a respetar nuestro lado oscuro y a atenderlo individual y colectivamente. Trabajo-hormiga. “Date-tiempo” me lo repito a mí misma, mientras froto mis manos en respeto, amor y gratitud.
Gracias por leerme.
Amor y Luz,
Mariana Amaral
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