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Foto del escritorMariana Amaral

Observarse ¿para qué?

Hoy me hice esta pregunta. 


Para qué tanta observación de sí? No nos estamos tornando un poco egocentricxs o incluso narcisistas de tanto poner el foco en sí mismes? No sé de qué lugar interno viene la pregunta en mí pero creo que es mi Censora la que no quiere que la investigue. 


Pero pienso: si Vivir la Vida no es observarse en ella, entonces ¿cómo podemos aprender lo que hay que aprender, mejorar lo que hay que mejorar? 

Además creo que hay distintos tipos de observación:

Veo por lo menos tres, así pensando rápido. Hay:

  • La obsesión, cuando el VIIII de Espadas o incluso la Reina de Copas se activa en ti y todo es blanco y negro. Todas tus reacciones están coloreadas de “para siempre” o “nunca más” y todo a tu alrededor es sobre ti, en contra tuyo. Aquí algo en ti busca constantemente ganchos emocionales para estallar y paralizarte. Durillo este estado. Quizás más que observación es una especie de adicción, ¿verdad?

  • La mirada atenta ya sería una forma de autobservación más dulce. Aquí se activa la Suma Sacerdotisa, la Templanza o VIIII de Oros, por ejemplo. Es como estar presente en tus gestos, sensaciones y respuestas al entorno, pero anclada en tu cuerpo, con la mano en el pecho o en tu plexo solar. Es como si deslizáramos por la Vida acompañándonos cada segundo. Estoy muy habituada a este estado de observación, es desde este lugar interno que normalmente escribo y es a él que me ayuda a volver a casa cuando estoy desconectada internamente. 

  • La contemplación es un paso más allá. El Juicio, el Mundo, el Sol o mismo el Loco pueden traernos aquí. Es como si diéramos paso a algo que está detrás nuestro para que pudiera ver a través de nuestros ojos. Cómo cuando prestas los binoculares a alguien que quiere mucho ver lo que ves. Me emociono al escribir, pero es que el amor que se siente, el júbilo que me invade cuando me pasa es enorme. Espero que sepas de lo que te hablo. Si no, te recomiendo que practiques el silencio. Es ahí que normalmente Esto aparece y te dice “Hola”.   

Pensando ahora, creo que es por eso que nos observamos tanto al final. Puede que nos perdamos entre discos rallados que nos hacen dar vueltas alrededor de nuestro ombligo. Luego nos observamos para conocernos más, sanar heridas que nos condicionan, liberarse y mirar hacia delante con ojos bañados en lágrimas cristalinas. Pero nos observamos también para cultivar esta mirada de Vida, para que nos atraviese e inunde nuestros corazones de dicha y belleza. 



Texto adaptado de mi diario en 11 de enero de 2024 - Sitges.

Te dejo la reflexión beibe, 

Feliz finde, 

Amor y Luz, 

Mariana Amaral



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