Ando reflexionando mucho sobre el tema del amor y de las relaciones de pareja.
Todes queremos amar y sentirnos amades.
Sí, hay como unas tendencias, hay el poliamor y sus derivaciones, pero hay las posiciones más extremas y/o conservadoras, como por ejemplo las personas que se niegan a compartir la vida con otra y dice haber cerrado el chiringuito. No se envuelven emocionalmente (a veces ni siquiera físicamente) y defienden que el amor es una chorrada, un tema secundario. Por otro lado, hay personas que literalmente sueñan con su alma gemela. Idealizan las relaciones de pareja y siguen con las mismas expectativas de La Cenicienta, porque al final ella tuvo suerte.
La verdad, mis amores, es que nos han jodido un poco-mucho.
Yo podría mencionar diversos factores para justificar esta afirmación, hay una construcción histórica, un contexto social y unos intereses políticos que, como todo en la vida, han derivado en conductas y estereotipos culturales que nos hace pensar que las mujeres necesitan ser salvadas y los hombres tienen que ser los machos-alfas.
No, esta construcción de la que te hablo no permite otras posibilidades de género, sólo el binomio este. Ah, ojo, el binomio es blanco-delgado, os lo digo para que no haya dudas.
¿Qué creencias nos plantó Walt Disney cuando lanzó La Bella Durmiente y La Bella y la Bestia? El daño es tan grande que seguimos hablando de eso décadas después. El año que viene habrá el lanzamiento de la nueva versión de La Sirenita, que esta vez es negra y me alegro, pero seguirá siendo una historia de amor intangible con un final super feliz?
En realidad, muchos de estos cuentos han sido tergiversados. Las narrativas originales no son todas así, de hecho muchas de ellas tienen finales tristes (a veces, incluso hediondos) justamente para que las criaturas pudiesen desde pequeñas elaborar emociones difíciles de digerir y sinceramente, creo que los antiguos estaban en lo cierto. Hemos crecido en un imaginario color de rosa cuando la vida está llena de momentos sin ningún color y lo único que hay que hacer es atravesar mirando los detalles, muchos de ellos son los que aportan destellos de belleza al caminar.
Desde hace muy poco hemos despertado.
Pero volvamos a las parejas:
Quisiera hacerte unas preguntas para que te las contestes a ti misme de forma muy sincera (voy directa al grano, vale?)
¿Esperas a que tu pareja te saque de algún lugar?
¿Te irritas por que tu pareja no suele adivinar lo que necesitas?
¿Esperas a que la persona de tu vida te pique la puerta de la nada a las 10h con un ramo de flores?
¿Eres más de Pretty Woman o te gusta más Erin Brockovich?
Si te ha picado algo por dentro al contestarlas, puede que haya una espina atravesada en ti del pescado de Walt Disney que te hicieron tragar de pequeñe.
Parece que las preguntas están direccionadas a las mujeres cisnormativas, pero no. De hecho invito a que reflexionemos sobre el peso de todos estos símbolos a las personas de otros géneros y diferentes orientaciones sexuales, y también a los hombres cis. El mercado de los cuentos infantiles nos ha hecho daño a todes y creo que es importante que aprendamos a reconocer estos símbolos en nuestros gestos, simplemente para relacionarnos desde la persona adulta que somos, es más saludable y vale la inversión, por si te quedan dudas.
¿Sabes desde dónde te relacionas? En las sesiones de tarot te puedo ayudar a identificar si todavía te mueves desde un lugar basado en tu imaginario infantil.
Si quieres probarlo, la agenda de octubre está abierta.
Amor y Luz,
Mariana Amaral
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