Hemos vuelto a la rutina. Ojalá estés bien, readaptándote de forma amorosa y alegre y que las miles de newsletters que recibes a diario no te molesten tanto cuanto a mí. En qué momento me inscribí en tantas? Pienso con mis adentros.
Quisiera reflexionar sobre planificar y porqué esto es importante.
“No planear el futuro es planificar el fracaso”, dice Alan Lakein experto en la gestión personal del tiempo.
Yo flexibilizo la dureza de la afirmación, pero sí que me parece pertinente. Para mí planificar es tan simple como poner en el papel un par o tres cosas que tengo ganas de realizar, tener o experimentar. Nace de un sueño, una ilusión interna de algo que quiero que suceda, o de un hábito que quiero adquirir.
Yo lo que hago es lo siguiente: en las lunas menguantes, me saco un arcano del tarot que me indica por dónde va la cosa en el ciclo que me estoy proponiendo a planificar. Luego escojo los deseos que más me motiven, no muchos para no agobiarme y di-bu-jo dónde quiero llegar, qué quiero vivir y experimentar. Dibujar me permite plasmar de manera lúdica y libre lo que me ilusiona, me divierte. Es mi momento de en-vi-sionar lo que quiero ver materializado en mi vida, y hago conectada con mi niña interna el plantío de esta semilla que es mi intención.
Luego, preparo una lista de estas ideas y planos, y finalmente hago una pequeña mágica: escojo una fecha. Has escuchado esto alguna vez: “La diferencia entre un sueño y un proyecto es una fecha”? Pues eso.
Tengo un sueño con fecha, un proyecto. Luego busco señales me indicarán el camino y saco otras cartas del tarot que mostrarán la energía disponible en determinados momentos de esta jornada. Y me preparo “un termómetro”, un diagrama que me acompañará en este ciclo para certificarme de que estoy en el centro durante toda la jornada.
En este diagrama apunto como me siento cada día. Cada-día. Me observo para saber si estoy en el camino. Las señales me ayudan a medir la coherencia entre lo que hago hoy y lo que quiero ser o vivir en el futuro.
Cartas del tarot, una hoja de papel, lápiz de color, un diagrama y una fecha.
Esta es mi manera de planificarme para el devenir. Este ritual, esta práctica, la hago una vez al mes.
Organizarte para que tode tu estés en el centro de tu vida es un gesto de autoamor, de autocuidado, no se trata de dejar de un lado todo lo demás, es considerarse en el proceso. Es importante saber hacia dónde quieres llevar el barco de tu vida, en lugar de navegar a la deriva. Lo que deseas para tu vida importa y el tarot te puede ayudar.
Amor y Luz,
Mariana Amaral
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